La brecha salarial entre mujeres y hombres se mantiene. A pesar de nuestros esfuerzos, el salario de las mujeres sigue siendo muy inferior al de nuestros compañeros varones. Además, las mujeres somos las más afectadas por la parcialidad.
La brecha en el salario de las mujeres
Según denuncian los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), las diferencias de sueldo entre mujeres y hombres se sitúan por encima del 20 %, lo que supone que las mujeres cobramos en España casi 6.000 euros menos cada año que los hombres.
Además, un mayor nivel educativo no nos asegura escapar de la brecha salarial entre mujeres y hombres. Los sindicatos españoles denuncian que una mujer técnico gana entre un 15 y un 20 % menos que un hombre. Y, si es una mujer sin cualificación, la diferencia escala hasta más de un 30 %.
Esta brecha supone que las mujeres tenemos que trabajar 10 años más para poder ganar lo mismo que los trabajadores hombres, según UGT. Y eso implica que los empresarios que reducen el salario de las mujeres se están ahorrando, como mínimo, unos 42.000 millones de euros cada año.
La parcialidad acentúa las diferencias de sueldo entre mujeres y hombres
Junto con todo esto, las mujeres somos también las más afectadas por la alta parcialidad en el empleo. De hecho, el 75 % de las jornadas a tiempo parcial están ocupadas por mujeres, según los sindicatos. En definitiva, como mujer ganas menos dinero que un hombre y, además, es más probable que trabajes solo a media jornada.
El futuro de la brecha salarial
¿Cómo revertir esta situación? Según el Banco Mundial, las mujeres no tendremos las mismas condiciones laborales que los hombres hasta dentro de 202 años. Aunque la brecha salarial en el mundo se ha reducido un 3,6 % en los últimos 12 años, aún queda mucho camino por andar.
Para luchar contra esta discriminación, el Gobierno español busca aprobar un decreto para obligar a las empresas a informar de los salarios que paga a cada sexo. Así, las mujeres podremos conocer si en nuestro puesto de trabajo estamos cobrando menos que un compañero.
Sin embargo, aún se puede hacer mucho más. Como mujeres, debemos denunciar cualquier oferta de empleo sexista. Y, si ocupamos puestos directivos, debemos vigilar que se respete la transparencia en los procesos de selección.
Igualmente, falta mucho camino por recorrer en cuanto a la maternidad. El hecho de tener hijos afecta de forma desigual a hombres y mujeres. Por ello, políticos y sociedad debemos avanzar hacia los permisos igualitarios de maternidad y paternidad (el Gobierno ya ha aprobado su equiparación en 2021) y hacia la flexibilidad laboral, que permita conciliar familia y trabajo.
Ahora te toca a ti
La brecha salarial entre mujeres y hombres no se eliminará en un año, puede que ni siquiera en 100. Pero no por ello debemos dejar de luchar por nuestros derechos. Promover los horarios flexibles e implantar por ley la igualdad salarial deben ser nuestras metas. El fin de la brecha aún está muy lejos, pero trabajando juntas lo conseguiremos más deprisa.