Los gastos imprevistos suelen hacer daño a las economías familiares y acaban generando estrés financiero. Para evitar sorpresas desagradables, es recomendable que aprendas a identificar y controlar estos desembolsos. En Piensin te ayudamos a prevenir estas sorpresas económicas sin complicarte la vida.
5 consejos para hacer frente a los gastos imprevistos
Se llama gasto imprevisto a cada desembolso inesperado que surge en el día a día y no estaba contemplado en el presupuesto doméstico. Son consecuencia de situaciones muy heterogéneas y variadas, desde una avería en el coche a una enfermedad repentina, pasando por una derrama vecinal o la pérdida de empleo.
Su esencia es que no se planifican, por lo que suelen generar un impacto negativo en la economía familiar. Dado que surgen en cualquier momento, la falta de planificación acarrea un aumento en el endeudamiento y una disminución de la capacidad de ahorro.
Aunque no siempre son evitables, puedes tomar medidas para controlarlos y minimizar su impacto. ¿Quieres conocer las mejores recomendaciones para ello?
Impacto en la economía del hogar
Ante un gasto imprevisto, es común que las familias recurran a sus ahorros o soliciten préstamos para afrontar la situación, a veces con altas tasas de interés. También puede afectar directamente al presupuesto familiar, ya que se desvían recursos inicialmente destinados a otros fines.
Más allá de las dificultades financieras, estos gastos afectan a la convivencia creando estrés y tensiones familiares. La incertidumbre económica y la falta de control sobre los gastos derivan en preocupación y ansiedad.
Categorías comunes de gastos inesperados
Podemos clasificar los gastos inesperados según su procedencia:
- Problemas en el hogar. Derramas vecinales o reparaciones en la plomería, el sistema eléctrico, el mobiliario y los electrodomésticos.
- Costes médicos. Una enfermedad o una lesión repentina pueden conllevar pagos médicos inesperados, como visitas a los especialistas, medicamentos, hospitalizaciones…
- Gastos de los automóviles. Nos referimos a reparaciones, mantenimientos o multas recibidas.
- Eventos sociales. Entre ellos, bodas, cumpleaños, comuniones o regalos sorpresa.
Consejo 1: Aplicar estrategias para identificar gastos ocultos
Identificar los gastos del hogar ocultos es fundamental para tener un control efectivo de las finanzas familiares. Estos desembolsos imprevistos suelen afectar significativamente el presupuesto y ponen en riesgo la estabilidad económica.
Si conoces y aplicas estas estrategias, te resultará más fácil controlar los gastos:
- Lleva un registro detallado de todos los gastos, desde los pagos mensuales recurrentes hasta las compras más pequeñas. Este registro riguroso te ayudará a identificar patrones de abonos y posibles fugas de dinero.
- Revisa periódicamente los extractos bancarios y las facturas de servicios. Muchas veces, ignoramos cargos adicionales o aumentos en las tarifas que suponen cantidades mensuales considerables.
- Establece límites de gasto para ciertas categorías, como entretenimiento, ropa o compras impulsivas. Es una buena herramienta para ser más conscientes de nuestros hábitos de consumo y disminuir desembolsos innecesarios.
- Mantente alerta frente a las ofertas engañosas y los contratos poco claros. Antes de comprar o firmar un contrato, lee detenidamente los términos y condiciones para evitarte sorpresas.
No lo dudes: es preciso atención y disciplina para identificar y reducir estos gastos. Si te lo propones, pronto te acostumbrarás y tendrás un notable control sobre tu economía.
Consejo 2: Los seguros, una forma de protegerse ante los imprevistos
Los seguros son una herramienta clave para blindarte económicamente frente a gastos inesperados. Al contratar un seguro, te garantizas tu tranquilidad financiera. En consecuencia, pagas una cantidad mensual o anual en vez de hacer un gran desembolso en los momentos difíciles.
Estas son las opciones más populares:
- Seguro de hogar. Te protege frente a problemas comunes en la vivienda, como humedades, daños por agua, incendios, roturas o incluso los daños que ocasionamos a los vecinos. Es una cobertura esencial para mantener nuestro hogar seguro y evitar sorpresas desagradables.
- Seguro de coche. Existen dos tipos de póliza. El de a todo riesgo incluye los daños propios y los causados a terceros. El de responsabilidad civil básica, cubre únicamente los daños que causes a terceros. Si eliges bien este seguro, estarás perfectamente protegido ante cualquier incidente al volante.
- Seguro de decesos. Cubre los gastos del entierro y el funeral. Aunque pueda parecer algo lejano, es enormemente recomendable. Se trata de una opción económica que resuelve la parte financiera y facilita toda la logística en un momento difícil para la familia.
- Seguro de vida. El fallecimiento de un ser querido suele tener un impacto financiero significativo en la familia. Este seguro, aunque no alivia el dolor emocional, sí ayuda a paliar los problemas económicos. Fundamentalmente, permite pagar deudas o dejar un apoyo económico a los herederos para que puedan continuar con su vida de forma más desahogada.
En definitiva, los seguros son una forma de anticiparse a lo inesperado y proteger aquello que más nos importa.
Consejo 3: Elegir seguros de salud con copagos limitados
Estos seguros médicos privados, de reciente implantación, todavía no son demasiado conocidos ni publicitados por las compañías. ¿Los conoces? ¿Sabes en qué consisten? Se trata de una fórmula por la que abonas un copago al utilizar ciertos servicios, pero siempre con un máximo anual fijado por contrato. En general, no excederá de los 200 o los 300 euros. Por consiguiente, su coste mensual o anual resulta inferior al de un seguro sin ellos.
Es decir, si tu salud te obliga a ir mucho al médico en un periodo anual concreto, te garantizas no pagar más de esa cantidad. Por lo tanto, el ahorro se logra en dos situaciones habituales:
- Usas poco el seguro. Al haberte asegurado una tarifa inferior a las de sin copago, ahorras dinero.
- Usas mucho el seguro. Sin renunciar a recibir todas las atenciones médicas que precisas —ya que tu cobertura se mantiene completa todo el año— también ahorras. En este caso, porque una vez alcanzado ese límite máximo establecido ya no abonas más copagos en los siguientes servicios. Es, de este modo, más económico que un seguro de salud con copago convencional.
Consejo 4: Cómo establecer un fondo de emergencia efectivo
Implementar y alimentar un fondo de emergencia es uno de los consejos de ahorro más importantes. Nos referimos a una reserva de dinero destinada exclusivamente a cubrir situaciones inesperadas.
¿Quieres saber cómo hacerlo? Sigue estas pautas:
- Fija una meta realista para este fondo. Una buena forma es identificar cuánto dinero necesitas tener ahorrado para cubrir al menos tres meses de gastos básicos. Así que calcula los gastos mensuales del hogar —incluyendo alimentos, vivienda, servicios públicos y transporte— y multiplica esa cantidad por tres.
- Asigna una parte de los ingresos mensuales al fondo de emergencia, al menos un 10 %. Si no puedes hacerlo desde el principio, empieza con un porcentaje inferior y ve aumentándolo gradualmente.
- Mantenlo separado de las cuentas bancarias principales. Es mejor abrir una cuenta de ahorro diferente, casi intocable, para que utilizar ese dinero sea siempre una decisión consciente y consensuada.
- Haz aportaciones constantes. Establece un calendario de contribuciones regulares y sistemáticas.
Consejo 5: Recomendaciones para elaborar un presupuesto familiar sólido
¿Quieres preservar la estabilidad financiera y evitar desequilibrios económicos? Contar con un buen presupuesto familiar es imprescindible para conseguirlo. Si sigues estos pasos al plantearlo, estarás en condiciones de reforzar tu economía familiar:
- Haz un seguimiento detallado de los ingresos y los gastos familiares. Así podrás identificar patrones de gasto y determinar áreas donde puedes hacer ciertos ajustes. Emplea hojas de cálculo o aplicaciones móviles para registrar y categorizar los gastos con más eficacia.
- Ponte metas financieras realistas. Define objetivos a corto, medio y largo plazo para priorizar el gasto y evitar compras impulsivas o innecesarias. Incluye en estas metas el pago de deudas, el ahorro para la educación de los hijos y la adquisición de bienes duraderos.
- Contempla tu fondo de emergencia. Sí o sí, destina a él una parte del presupuesto. Ese colchón financiero será fundamental para solventar los gastos sorpresivos sin desequilibrar la economía doméstica.
- Comprueba periódicamente el presupuesto y realiza los ajustes precisos. Esta mentalidad flexible, adaptada a los hechos, te permitirá reasignar mejor los recursos disponibles.
- Involucra a todos los miembros de la familia. Cuando participan en la elaboración y el seguimiento del presupuesto, se vuelven más responsables y descienden los conflictos relacionados con el dinero.
Como las meigas en Galicia, los gastos imprevistos haberlos, haylos. La cuestión es qué impacto van a tener en tu presupuesto familiar. ¿Qué puedes hacer? Está en tu mano prepararte para enfrentarlos y tomar medidas para controlarlos. En este post te hemos dado informaciones y herramientas útiles para mejorar tu economía doméstica. No olvides que los desencuentros económicos no solo afectan en lo material, también en lo emocional y en la convivencia. ¡Decídete a prevenirlos cuanto antes!