Los duros tratamientos que curan los tumores femeninos pueden afectar a la fertilidad. Pero eso no implica decir adiós a un embarazo muy deseado. La ciencia te ayuda a lograrlo.
Raquel recuerda cómo le dieron la fatídica noticia que dio un vuelco a su vida. Hace seis años, en una revisión rutinaria, la encontraron un bulto en su pecho derecho. Tenía 30 años, una pareja estable y toda una vida por delante cuando le confirmaron que tenía cáncer.
Raquel es solo una de las 27.000 mujeres españolas a las que cada año se las diagnostica cáncer de mama, el tumor más frecuente entre las mujeres. Por fortuna, según la Asociación Española contra el Cáncer, la mejora de los tratamientos y su detección precoz han logrado que cada año aumente el índice de supervivencia en 1,4% y que se esté registrando un aumento relativo de este tipo de cáncer a edades más tempranas. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) asegura que un 15% de los casos se detectan, ya son en mujeres de entre 25 y 45 años.
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El avance en los tratamientos y las técnicas de diagnóstico han logrado que la supervivencia a este tipo de cáncer en España, a los cinco años de tratamiento, sea de un 83%. Por tanto, surge un grupo cada vez más elevado de mujeres jóvenes, diagnosticadas en su edad fértil, antes de ser madres, que van a superar la enfermedad. ¿Y después, qué?
Raquel explica que cuando te dan la terrible noticia de la enfermedad, lo único que piensas es en que te puedes morir, en cómo curarte. Es cierto que la maternidad en esos momentos ocupa un segundo lugar o ni siquiera te pasa por la cabeza, pero la Sociedad Española de Mastología (EUSOMA) recomienda que el ginecólogo pregunte a la mujer si quiere ser madre algún día y le explique las posibilidades que existen para lograrlo una vez finalizado el tratamiento.
Los expertos están de acuerdo en afirmar que su principal objetivo es que sus pacientes superen el cáncer y que la maternidad ocupa un segundo lugar, pero hay que ofrecer esa opción. Porque aunque es posible ser madre tras superar la enfermedad, el porcentaje de mujeres que lo han logrado es inferior al que podría conseguirse, por falta de información del médico a la paciente.
¿Por qué el cáncer daña la fertilidad?
El tumor en la mujer joven suele ser más agresivo y, por tanto, requerir tratamientos más potentes, como la quimioterapia y la radioterapia, que actúan destruyendo las células activas, como los óvulos. Algunas mujeres han conseguido quedarse embarazadas de manera natural tras el tratamiento, pero lo normal es que la fertilidad quede mermada.
Así las cosas, la maternidad sigue siendo un tema sensible que muchos oncólogos aún no platean a sus pacientes. Es evidente que el principal objetivo en mujeres diagnosticadas de cáncer es que superen la enfermedad y ser madre siempre ocupa un segundo lugar, pero esto no debería impedir valorar esta opción.
¿Por qué son reacios? Para evitar el riesgo de que el estímulo hormonal necesario para la preservación pueda favorecer una recidiva, sobre todo en mujeres jóvenes que a menudo presentan un tumor más agresivo.
Los estudios realizados, sin embargo, no demuestran un empeoramiento en el pronóstico. Es más: algunos incluso hablan de una mayor supervivencia en mujeres que han sido madres tras el cáncer.
Técnicas para la preservación de la fertilidad (FP)
Sirven para asegurar la fertilidad de la mujer si una vez superada la enfermedad desea ser madre y no lo logra de forma espontánea. Puede optar por los siguientes métodos en centros privados y públicos de reproducción asistida, en la mayor parte de los casos, de forma gratuita. Si el ginecólogo no le ofrece la preservación, la mujer tiene derecho a solicitarla.
Vitrificación de ovocitos
Suele ser la primera opción. Consiste en congelar los propios óvulos para su implantación futura, tras un tratamiento hormonal. Se quedan congelados hasta que la mujer esté totalmente curada y puedan implantárselos.
Trasplante del tejido ovárico
Se extrae también antes de comenzar los agresivos tratamientos contra el cáncer. Cada vez hay mayor evidencia de que el trasplante del tejido ovárico de mujeres adultas jóvenes, previamente criopreservado, permite recuperar la función ovárica y la obtención de embarazos, tanto espontáneamente como con ayuda de las técnicas de reproducción asistida. Según los expertos en reproducción asistida, es la única opción cuando se requiere tratamiento inmediato del cáncer y para las niñas que aún no han llegado a la pubertad.
Criopreservación de embriones
Una posibilidad que tiene una considerable eficacia, en caso de parejas. Mediante la fecundación in vitro, se extraen óvulos del ovario de una mujer y se combinan con espermatozoides en el laboratorio para formar embriones. Después se descongelan y se implantan en la mujer, una vez superada la enfermedad.