Las mujeres tenemos ciertas dificultades en nuestra proyección profesional, sobre todo a la hora de quedarnos embarazadas. Por eso, las ayudas a autónoma embarazada son una de las cuestiones que más se solicitan por parte de este colectivo. Y es que no es para menos, pues somos las mujeres las que más estamos creciendo en el mundo emprendedor.
Trabajadora autónoma y embarazo
Los derechos de las trabajadoras autónomas en el embarazo son los mismos que tiene una trabajadora por cuenta ajena. Sin embargo, para fomentar el crecimiento de las emprendedoras, desde 2017 entra en vigor la Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo. En ella se plantean ciertas ventajas que nos benefician y que antes no se contemplaban.
Cuando las mujeres autónomas nos quedamos embarazadas, se plantean las siguientes situaciones: es posible que existan riesgos antes de dar a luz, la prestación por maternidad, permisos de lactancia e incluso la prórroga por el cuidado de los hijos.
Ayudas para las trabajadoras autónomas embarazadas
En el caso de que exista un embarazo de riesgo o la actividad sea incompatible con nuestro embarazo, se determina una baja por riesgo de embarazo cobrando el 100 % de la cotización.
Una vez que la mujeres damos a luz, comienza el permiso por maternidad. Este tiene una duración total de 16 semanas, como el resto de mujeres y el importe económico se calcula teniendo en cuenta la base de cotización de los últimos 6 meses. Para calcular esta base de cotización, si ha sufrido modificaciones en esos 6 meses, se realiza una media sumando las bases de cotización de cada mes y dividiendo por el total de días (180). Además, durante este permiso no hay que abonar la cuota de autónomo. También es posible obtener esta ayuda trabajando a tiempo parcial. Trabajaríamos la mitad de la jornada y obtendríamos la mitad de la prestación.
Por otra parte, existe la posibilidad de que tengamos un trabajo que no sea compatible con la lactancia materna. Al igual que sucedía con el embarazo de riesgo, nosotras tendremos un permiso especial con prestación de riesgo durante la lactancia.
Por último, cabe la posibilidad de que queramos parar de trabajar durante un tiempo para el cuidado de los hijos. Esto es posible con una bonificación del 100 % en cuota de autónomos durante 1 año para hijos menores de 12 años. Para ello, será necesario contratar a una persona que ocupe el puesto que no estamos cubriendo y será necesario pagar la cuota de autónomos durante un mínimo de 6 meses tras la incorporación.
En definitiva, las ayudas a la autónoma embarazada comienzan a mejorar cada vez más con los años. A la prestación por maternidad, el reconocimiento del embarazo y la lactancia de riesgo o el cuidado de los hijos, se suman otras ventajas como la tarifa plana tras incorporarse al trabajo. Las trabajadoras autónomas solo abonaremos 60 euros de tarifa plana en su cuota de autónoma durante 12 meses tras incorporarnos después de ser madres.