¿Te sientes conectada con tu cuerpo?
Te haces al menos un chequeo médico (de control) al año?
¿Te preocupas por llevar una dieta equilibrada?
¿Consumes muchas frituras?
¿Comes algo a media mañana y a media tarde?
¿Fumas?
¿Trabajas o vives en un ambiente de fumadores?
¿Bebes alcohol?
¿Concilias bien el sueño y no sabes lo que es el insomnio?
¿Haces alguna actividad que te ayude a relajarte?
¿Cómo evalúas tu vida afectiva?
¿Y tu trabajo?
¿Con qué frecuencia realizas algún tipo de ejercicio?
¿Cuánto tiempo sueles caminar al día?
¿Eres aficionada a las actividades al aire libre?
¿Sigues un estilo de vida saludable?
Muy saludable
Tienes una calidad de vida muy saludable. Sigue con tus hábitos actuales y recuerda que debes ser aún más cuidadosa con ellos y adaptarlos a las nuevas necesidades a medida que vas cumpliendo años. Para seguir cuidando tu salud solo tienes que seguir manteniendo un estrecho contacto con tu cuerpo.
¿Sigues un estilo de vida saludable?
Saludable pero requiere algunos cambios
Tu estándar de vida está dentro de los parámetros de lo saludable pero debes hacer algunos cambios para estar realmente bien encaminada. Revisa las preguntas en las que obtuviste menos puntos y, una vez identificadas las debilidades, procura revertirlas. ¿Cómo? Buscando información y adoptando algunas de las sugerencias que ayudan a cuidarte.
¿Sigues un estilo de vida saludable?
Nada saludable
¿Te has parado a pensar que solo tienes un cuerpo y que tiene que durarte en buenas condiciones toda la vida? Pues parece que no, porque no estás haciendo nada para cuidarlo. Por suerte aún estás a tiempo de adoptar medidas saludables y eliminar los hábitos nocivos. Si no sabes por dónde empezar, pide ayuda a un profesional médico para que te oriente y te diseñe un plan cuanto antes.
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