Si aún no estás convencida de que el ejercicio es tu gran aliado, échale una lectura a sus múltiples beneficios, indispensables para mantener una buena calidad de vida.
- Reduce el colesterol ‘malo’ en la sangre (colesterol LDL), previniendo las enfermedades cardiovasculares. A la par, aumenta la cantidad de colesterol ‘bueno’ (colesterol HDL), que protege el corazón y a las arterias.
- Mantiene a raya la hipertensión y los niveles de triglicéridos.
- Al bombear la sangre desde las piernas al corazón, se disminuye el riesgo de sufrir enfermedades circulatorias como las várices o la tromboflebitis.
- Al estimular la respiración, hace que los pulmones funcionen mejor y, en consecuencia, mejora el aporte de oxígeno y nutrientes a todos los órganos del cuerpo.
- Reduce hasta un 40-50% el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.
- La práctica de ejercicio junto con una dieta hipocalórica reduce el sobrepeso.
- Previene la osteoporosis.
- Ralentiza la pérdida del equilibrio y por tanto de las caídas.
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, disminuyendo el riesgo de contraer infecciones.
- Diversos estudios han demostrado que la práctica de actividad física disminuye en un 40-50% el riesgo de padecer cáncer, en especial el de colon, de mama y de páncreas.
- Mejora la atención, la memoria y previene el Alzheimer.
- Al segregar endorfinas, genera una sensación de bienestar, lo que se traduce en la reducción de la ansiedad y la depresión, mejorando la autoestima.
- Es uno de las mejores terapias anti estrés, ya que elimina la tensión física y emocional.