Seguramente has oído hablar del techo de cristal en el mundo laboral y la dificultad que tiene el mal llamado «sexo débil» para atravesarlo. Pero ¿sabes realmente de qué se trata? Se suele llamar así al límite invisible (velado, pero real) del ascenso laboral de las mujeres al interior de las empresas.
Es algo así como una barrera a la que se enfrentan las trabajadoras calificadas para puestos de alto rango. Avanzan hombro a hombro con los varones hasta cierto punto, pero en ciertas cimas corporativas solo se plantan banderas masculinas. ¿Qué hacer para avanzar en las empresas en particular, y en el campo laboral en general, a la par de los varones? Te lo contamos.
Mujeres trabajadoras: ¿son iguales a los varones trabajadores?
En España, donde ellas cobran un 30 % menos que ellos, la presencia femenina en las altas esferas de las corporaciones es todavía una utopía. Un horizonte al que se aspira, pero que aún se mira a lo lejos. Concretamente, tres de cada cuatro empresas en nuestro país no cuentan con mujeres en puestos directivos.
Desgraciadamente, aunque está comprobado que contar con mujeres en roles de toma de decisiones es altamente rentable para las empresas, la igualdad de géneros es una asignatura pendiente.
Cada vez hay más mujeres altamente capacitadas para ocupar altos cargos pero resulta que, alcanzadas ciertas categorías, ante dos candidatos, una mujer y un hombre, es él el que toma la delantera y obtiene el sillón de mando. ¿Casualidad? ¿Suerte? Nada de eso. ¡Es el techo de cristal que nos pesa sobre la cabeza!
La carrera profesional de las mujeres en la mira: cómo romper el techo invisible
Existen algunas formas de golpear las estructuras machistas hasta romper el famoso techo que no nos deja avanzar. Algunas, impulsadas desde el interior de las compañías, son:
—Programas de mentoring. Espacios de reflexión y trabajo conjunto para que más mujeres alcancen puestos de liderazgo y responsabilidad. Es un modo de empoderar a las mujeres con capacidad de alcanzar la cima.
—Comités de equidad de género. Debieran impulsar el desarrollo profesional de las mujeres y contribuir a la conciliación trabajo-familia.
—Consejos de mujeres. Para estimular el desarrollo de carrera de las mujeres dentro de la empresa y retener el talento femenino.
—Programas de acompañamiento directivo. En los que una mujer directiva tiene, como mano derecha, a un talento en potencia (una sucesora natural). Así, las nuevas generaciones de empresarias aprenden, en la práctica y en tiempo real, cómo moverse en un mundo de hombres.
—Conciliación ya. Con el fin de promover la idea de que, para una mujer, llegar a la cima del éxito en una empresa no debería excluir un proyecto de familia.
Como verás, el techo de cristal es una barrera invisible pero en apariencia infranqueable. Debes estar advertida para luchar con uñas y dientes por tu lugar dentro de tu empresa y tu rol protagónico dentro de tu equipo de trabajo.
Porque las mujeres en puestos de decisión son necesarias y porque tú mereces tu oportunidad, rompe el techo que no te deja ascender. ¡A por ello!